sábado, 31 de octubre de 2015

Nuestra aventura de camino al árbol

¡Hola a todo el mundo!

Os quiero contar mi experiencia de este lunes 26 en clase. También trata sobre los cuentos motores. Siento repetir tanto la temática pero he decidido compartirla porque aprendí bastante en ella y pude autoevaluarme para saber en qué aspectos fallaba.

El lunes la profesora nos repartió, por grupos de trabajo, distintos fragmentos de un cuento motor, de manera que unas compañeras tenían la parte introductoria, otras el desarrollo, y otras tenían la parte final de relajación y respiración. En estos cuentos, cada una tuvo un papel distinto: una era ayudante, otra evaluadora y otra profesora. La ayudante se encarga de organizar el material, y retirarlo o colocarlo durante el cuento en caso de que sea necesario. La profesora es la que explica la actividad a los alumnos y los guía; y la evaluadora, debe observar y valorar la actividad y establecer los pros y los contras que han surgido durante su realización.

A mis compañeras de grupo y a mí nos tocó una parte del desarrollo. Yo actuaba de profesora. Lo que teníamos que hacer era preparar la escena en cuestión en el mismo pabellón, en ese momento, utilizando los materiales que considerásemos y organizar su disposición en el pabellón. El cuento que trabajamos trataba de una gota de agua llamada Gotino, y narraba su recorrido desde que cae de una nube, aterriza en el suelo y llega (junto a otras gotas) a la copa de un árbol para regarlo.

Las compañeras que hicieron la introducción organizaron una asamblea donde se comprobaban los conocimientos previos de los alumnos (que éramos nosotras). Una vez hecho, nos levantamos y nos convertimos en gotas de agua. "Somos gotas de agua, y queremos llegar a la copa del árbol. Como gotas, caemos de las nubes, y cuando esto pasa, ¡el viento nos zarandea!" entonces, nos movimos rápido o lento, en función de cómo soplaba el viento. Tras haber contextualizado el cuento, comenzamos con él. A continuación os relataré la historia, y luego explicaré cómo la organizamos.

Gotino y sus amigos vivían en las nubes. Tenían que regar la copa de un árbol, así que decidieron comenzar su aventura. Se lanzaron de sus nubes, ¡pero el viento soplaba tan fuerte que les movía de un lado a otro! Les costó mucho aterrizar, pero llegaron al suelo sanos y salvos. Una vez en el suelo, se encontraron un campo, y ahí se divirtieron jugando juntos. Cuando ya habían jugado lo suficiente, se dispusieron a subir por el árbol. Subir por el tronco era fácil, lo verdaderamente difícil era... ¡subir por las estrechas ramas! Se cogieron de la cintura, tuvieron que mantener el equilibrio, ¡e incluso se pisaban los unos a los otros! Pero al final, con mucha insistencia y sin rendirse, cumplieron su objetivo. ¡¡Gotino y las gotitas ya estaban en la copa del árbol!!

Este es, en cierto modo, el cuento que trabajamos. Ahora explicaré paso por paso lo que cada grupo de compañeras tuvo que realizar.

Para la escena de las nubes, se colocaron unos aros y cuerdas formando un círculo. Como alumnas, nos colocamos dentro de los aros, que eran las nubes. Nuestra compañera (que actuaba de profesora) se colocó en el centro y explicó la actividad: cuando una compañera decía "hacia la izquierda" o "hacia la derecha", nos teníamos que cambiar a la nube del compañero, en función de la dirección que nos marcase. Sin embargo, cuando gritaba "¡tempestad!" había que mezclarse y encontrar otra nube distinta de la nuestra. Siempre había alguien que se quedaría sin nube, y entonces esa persona irá al centro y será la que dé las indicaciones de izquierda y derecha y la tempestad, estando también atenta para poder coger una nube de nuevo.


Tras esta escena, otras compañeras llevaron a cabo su parte del desarrollo. Las gotas comienzan a caer, y el viento las mueve de un lado a otro. Por tanto, la profesora dice "¡nos movemos hacia la derecha!" y todas las gotitas se mueven hacia esa dirección, luego hacia la izquierda y luego unas hacia un lado y otras al otro, haciendo que choquemos entre nosotras. Finalmente, nos tiramos al suelo porque habíamos aterrizado. La zona tenía un espacio delimitado para que no nos dispersásemos demasiado.


La siguiente parte del cuento nos llevaba a un campo. Aquí, tirábamos una pelota o indiaka al aire con la mano que la profesora indicase, y teníamos que, o bien cogerla con la otra mano, o bien golpearla con el pie contrario o el mismo pie que la mano de lanzamiento. Podía hacerse un poco complicado coordinar la mano izquierda con el pie derecho, por ejemplo (al menos en mi caso).


Tras este juego, nos tocó el turno a mi grupo y a mí. Como yo hice de profesora, expliqué la actividad: teníamos que subir por el tronco, por lo que nos cogimos de la cintura. Primero movíamos el pie derecho, y luego el izquierdo, y así sucesivamente hasta llegar a la rama. Una vez aquí, nos soltamos y damos unos pasos a la pata coja. Cerramos los ojos e intentamos mantener el equilibrio.


Después de esto, otras compañeras continuaron con la parte final del desarrollo. Las gotitas seguían por una rama estrecha. Teníamos que pisar, por ejemplo, el pie derecho del compañero de al lado con nuestro pie izquierdo.

Finalmente, otras compañeras se encargaron de la parte de relajación y respiración. Nos tumbamos en el suelo, y nos repartieron unos papelitos que hicimos bolitas. Teníamos que colocárnoslos en el pecho y subirlos y bajarlos con la respiración, o intentar soplar para que se volasen. Entonces, le dijimos adiós a Gotino y sus amigos, que volvían a las nubes. Volvimos al "aula", y así acabo nuestra representación.


Junto a la profesora, hicimos una ronda de aspectos positivos y negativos de cada grupo. Aunque se comentó en clase, yo misma noté mis fallos en el momento de realizarlo. Como me coloqué al principio de la fila cuando nos cogimos de la cintura, las que estaban al final no me escuchaban y no sabían qué tenían que hacer. Luego me coloqué a la mitad de la fila, pero ya había compañeras perdidas. Además, encontré algo complicados algunos de los movimientos del cuento. Pensé en adaptarlo, y al final no lo hice. Ahora me arrepiento bastante. ¡En fin...!

Lo curioso de esto es que el mismo error me sucedió en el cuento motor propio que realicé el año pasado en la misma clase de educación física. Las compañeras del final no me escuchaban bien. La verdad es que es un poco frustrante ver que cometes el mismo error dos veces... Lo corregiré. No quiero que me vuelva a pasar.

La clase fue muy enriquecedora. Agradezco que hayamos tenido esta oportunidad de "prueba", porque lo necesitaba para mentalizarme en que debo cambiar y solucionar ese error.

Espero que os haya gustado mi experiencia y hayáis aprendido algo con ella.

¡¡Nos vemos!! 



Fuentes de las imágenes:
http://www.imagui.com/a/dibujo-del-arbol-de-guanacaste-cA6Gk5dRj
http://www.imagenesydibujosparaimprimir.com/2012/03/nubes-infantiles-para-imprimir.html

2 comentarios:

  1. Hola Alba, como veo que te interesa bastante el cuento motor en infantil, he pensado que quizá podrías compartir enlaces con sesiones de cuento motor.
    Gracias, podrían ser de gran ayuda en mis clases con alumnos de 5 años.

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    1. Hola Marisa. Es la temática que más atractiva me parece, sí. De todas formas intentaré mantener variedad de contenido en el blog, pero es posible que dedique alguna que otra entrada más a los cuentos.
      ¡Gracias por la recomendación!

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