domingo, 11 de octubre de 2015

Ani kuni...


¡Hola a todo el mundo!
Hoy vengo a hablaros de una pequeña aventura que tuvimos este lunes 5 de octubre. Ha sido muy, muy divertida y me lo pasé de maravilla, así que creo que merece la pena compartir la experiencia.
Llegamos al pabellón como todos los días, y nuestra profesora nos dijo que cogiésemos nuestras botellas de agua. Luego, nos explicó que los indios… ¡hablan otro idioma! Y que era complicado entenderles. Pero… pudimos cantar una canción de ellos mientras llegábamos a nuestro poblado indio:

Ani kuni, ani kuni
Ani kuni, aua ni!
Wa wa wa mika wa wa wa
Eela uni, ti si di!
Nos pusimos en círculo con nuestras botellas de agua delante, y cantamos la canción para saludarnos. ¡E incluso hicimos nuestra propia flecha para cazar con ayuda de una cuerda!

Ortan chiviri , ortan chiviri
Aguan chichi, aguan chichi
Jau, jau, jau!
Después, nos dividimos en dos tribus: la tribu de las sardinas y la tribu de los elefantes.

Cada tribu tenía su propio líder indio. Por supuesto, había que ir a cazar para poder comer. Pero antes... rezamos a los dioses para que nos diesen éxito en nuestra búsqueda, cantándoles una canción:

Aran san san, aran san san
Culi culi culi, aran san san!
Arabi, arabi
Culi culi culi aran san san!
Cogimos nuestros caballos y paseamos por la selva, aunque con cuidado, ¡porque la tribu de la sandía nos estaba buscando!
Tuvimos que escondernos mientras que nuestro jefe nos encontraba; pasar por debajo de nuestros compañeros, arrastrándonos por el suelo; entrenar a nuestros caballos… Hasta que llegamos a un puente que había que cruzar, y para ello, teníamos que ponernos en orden de altura; esto fue difícil, ya que no podíamos caernos del puente, y era bastante estrecho. Y de pronto… ¡nuestros compañeros estaban heridos! De hecho, yo era uno de ellos. ¡Tuve que tirarme en la colchoneta para que me llevasen a curarme! Al final, todos pudimos llegar sanos y salvos de nuevo a nuestro poblado.
Finalmente, agradecimos a los dioses que nos permitiesen llegar bien a nuestras casas cantándoles la canción de aran san san, y por fin, nos fuimos a dormir…
¿Qué os ha parecido mi aventura del lunes? Divertida, ¿verdad? Cantamos canciones motrices e hicimos un cuento motor, es decir, nuestra profesora nos iba explicando una historia: nos relataba qué situación estábamos viviendo en ese momento, y nosotros la reproducíamos, esto es, que representábamos el cuento en vivo.

Como véis, esta sesión incluye un proyecto sobre los indios. Trabajamos varios contenidos en ella. Por ejemplo, para crear la flecha tuvimos que pensar la forma. Aquí ya tenemos un contenido de carácter matemático. Nuestros desplazamientos también son otro contenido a destacar: para pasar por debajo de nuestros compañeros, nos arrastramos; para cambiarnos en el puente y ponernos por orden de estatura, algunos tuvimos que girarnos y, además, mantener el equilibrio. Los conceptos de alto y bajo se trabajan con el puente en el que debimos ponernos por orden de altura.
Un aspecto bastante importante a mi parecer, son las preguntas previas. Nosotros las hicimos ese día en clase, y creo que aunque el contenido se haya trabajado con anterioridad, es bueno refrescar a nuestros pequeños los conocimientos que han adquirido con anterioridad.
Como se puede apreciar, la sesión ha sido y debe ser muy rutinaria: entrar con la misma canción durante todo el tiempo que dure el proyecto de los indios. Llegamos a nuestro círculo, refrescamos nuestros conocimientos y comenzamos con los contenidos que se quieran trabajar en esa sesión. Una vez terminado, podemos hacer una reflexión grupal sobre lo que hemos vivido ese día, cómo nos hemos sentido, qué parte nos ha gustado y por qué… En definitiva, crear una opinión conjunta y valorar la de todos los compañeros.
Básicamente, lo que hicimos fue, primeramente, una introducción a los contenidos, luego comenzamos la parte motriz o desarrollo de contenidos, y luego hicimos una relajación “durmiendo”.
En mi opinión (y desde mi experiencia), los cuentos motores son de los recursos más divertidos y motivadores para los alumnos. Yo suelo recurrir a ellos en muchas ocasiones, porque me encanta recrear situaciones y ver cómo los niños, con esa enorme imaginación, la recrean incluso con los más escasos recursos.
Recomiendo encarecidamente los cuentos motores. Un orden adecuado para ejecutarlos sería: canción introductoria, ronda de conocimientos previos, desarrollo del cuento motor y relajación. Por último, se haría una reflexión grupal para que todos expresen cómo se han sentido. 

Esta clase ha sido genial, y ojalá algunas de mis compañeras hagan también otro cuento motor. Son de los recursos más divertidos que existen; ¡dejan volar mucho la imaginación!




¡¡Nos vemos pronto!!




Fuentes de las imágenes:
http://zealferal.deviantart.com/art/River-Song-s-goodbye-188141327
http://galeria.dibujos.net/animales/la-selva/elefante-bebe-pintado-por-chiquita20-9613174.html
https://sites.google.com/site/tecnicasestrategiasdememoria/alimentos-que-ayudan-a-fortalecer-la-memoria
http://www.bolinbolon.es/es/contenidos/cuidados-del-bebe

https://www.emaze.com/@ALZFWWIF/La-ciudad-de-las-Bestias-Isabel-Allende

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