Para muchos de nosotros, que hemos crecido viendo cómo el mundo se volvía algo más "tecnológico", ha sido sorprendente la evolución que han tenido las TIC a lo largo de estos últimos años. Yo comencé usando un ordenador que funcionaba con disquetes, que es donde guardábamos la mayoría de información (y que por cierto, tenían muy poca capacidad). Ahora ya no sólo encontramos la tecnología en los ordenadores, sino también en los móviles, las tablets, los portátiles... Ha aparecido el 3D, la realidad virtual y aumentada... Cosas que para mí, resultan impresionantes y la verdad que me encantan.
Internet ha revolucionado todo. Podemos comunicarnos con gente de donde sea y cuando sea. Las redes sociales te permiten, por así decirlo, "seguir" la vida de personas conocidas, que a algunos les genera cierto sentimiento de cercanía con esa persona: "lo tengo en el facebook. Ya quedaremos algún día...". Y el "algún día" nunca llega.
El uso de las TIC es muy beneficioso para las personas. Las gestiones y compras por internet facilitan mucho trabajo, podemos permanecer en contacto con los amigos, podemos buscar información en miles y miles de fuentes distintas... Pero sabemos que no le estamos dando un uso del todo correcto. ¿Qué ocurre cuando te sumerges tanto en el mundo virtual que ya no puedes volver atrás? Internet crea cierta "dependencia" en algunas personas, que no pueden vivir sin twittear dónde están comiendo, dónde van de compras, dónde están estudiando...
Muchas personas, a mi parecer, ya no se molestan en llamar al amigo para quedar a tomar algo. Le mandas un whatsapp o un mensaje mediante facebook, o le das a "me gusta" a su comentario y ya parece que has hecho un bien. No critico el uso de las redes sociales por supuesto, soy la primera que usa facebook, pero les estamos dando un uso desmedido; se nos va de las manos. No podemos perder la costumbre de quedar con aquellos que apreciamos para tomar algo. La red social nos está facilitando precisamente eso; el poder tener contacto para decir: "¿te vienes al cine mañana?".
Hay personas que no son capaces incluso de "desconectarse" de este mundo cuando están en la calle. Ya suena a tópico pero, ¿quién no ha estado en una reunión de amigos en la que sólo se escuchaba el sonido de las teclas del whatsapp? ¿Desde cuándo quedamos con los amigos para mantenernos en la red y no hablar? Y claro, ya te sabes la vida de tus amigos porque la twittean las 24 horas del día. Así que... ¿cómo lo hacemos?
Sin embargo, no quiero decir que todo el mundo se comporte igual. Cada uno debe saber cómo manejar internet y en qué momentos debería usarlo. Pero esto puede llegar a agravarse. Los niños comienzan a usar móviles desde los 10, 11 años e incluso antes. Y por supuesto, imitan lo que ven, y si ven que sus padres o amigos twittean todo el día, incluso en la calle, harán lo mismo. Por esto digo que debería haber un uso más cuidadoso de internet. Me encantan las nuevas tecnologías y creo que me han facilitado muchísimas cosas, pero olvidémonos un poco de ellas cuando salgamos a la calle. Digo un poco, porque es normal que le quieras enseñar un vídeo a tu amigo o una foto. Pero que esto no mate la comunicación real. Quién sabe si el día de mañana nos encontraremos con una sociedad que sólo se comunica a través de internet y que ya no se interesa por ver la cara de la otra persona mientras habla.