miércoles, 30 de diciembre de 2015

"Involúcrame y lo aprendo"

¡Hola a todo el mundo!

Hoy no vengo a hablar de contenidos didácticos, ni de experiencias de clase. Hoy me gustaría dedicar esta entrada a todo lo que he aprendido durante este cuatrimestre.

A pesar de que es de las cosas que más me apasionan, me cuesta encontrar tiempo para escribir. Este blog ha hecho que cada semana encuentre ese hueco que tanto quería. Este es uno de los motivos que me animó a escribir las entradas. Además, me gusta compartir lo que vivo con otras personas, por si algún día alguien lee mis experiencias, pueda aprovecharlas y de alguna forma emplearlas.

El cuatrimestre ha sido duro, el volumen de trabajo ha sido muy vasto, pero está terminando. Bueno, de hecho ya terminó. Las clases teóricas fueron entretenidas, y lo digo porque a veces organizábamos debates sin haberlo planeado. Los conocimientos teóricos siempre se agradecen; son recursos que están ahí, a mi alcance, para cuando me asalten las dudas sobre un tema o un contenido específico.

Pero nada supera al aspecto práctico. El año anterior, en el que también tuvimos Educación Física, no nos encargamos de organizar sesiones. Este cuatrimestre es inmensamente diferente. Primero tuvimos unas clases de muestra de los distintos tipos de sesiones. Luego, como ya sabéis por mis entradas anteriores, vinieron nuestras puestas en práctica.

Siempre da miedo hacer algo que nunca has probado antes. A todas nos daba un poco de respeto ejecutar una sesión en plena clase, y más si nuestra profesora nos está evaluando. Ciertamente, los nervios siempre estuvieron haciendo acto de presencia. Pero todas los superamos y fuimos capaces de desarrollar las sesiones con éxito. Eso me alegra, porque de alguna forma demuestra que hemos crecido como personas y que ya no somos las alumnas de primero que éramos hace 3 años.

La asignatura me ha aportado estas experiencias prácticas que no olvidaré nunca. Lo práctico es más trabajoso que lo teórico, pero aporta una sensación de plenitud, crecimiento y desarrollo de uno mismo que yo no cambiaría por nada. Pocas oportunidades de realizar sesiones prácticas tan dinámicas he tenido, por eso me llevo un buen recuerdo de las de Educación Física.

Creo que gracias a estas experiencias prácticas también hemos reforzado lazos en clase. Nuestro compañerismo se respira allá por donde pasamos (y no, no es ironía). En esta asignatura he visto que, a pesar de que mi relación con mis compañeras no sea tan cercana, sí que existe una empatía general que nos incita a ayudarnos entre nosotras. Estoy muy, muy contenta por esto, ya que me cuesta mucho dejar que otras personas me conozcan o conocerlas, y las sesiones me han ayudado mucho a conocer un poco más a mis compañeras, aunque sea de una manera más indirecta que directa. En cualquier caso, y a mi parecer, es la asignatura en la que más se ha demostrado este compañerismo del que hablo. 

El apoyo de nuestra profesora también ha sido imprescindible. Nos concedía tutorías cuando teníamos dudas acerca de la creación y organización de las sesiones. De hecho, gracias a ella es que pudimos finalmente darles un enfoque con sentido y de ahí que todas las puestas en práctica salieran geniales. El soporte del profesor siempre acaba suponiendo un pilar importantísimo en el rendimiento del alumnado. En este caso, se demuestra el apoyo que hemos recibido de nuestra profesora en el éxito de nuestras sesiones.

Lo cierto es que he aprendido muchísimo. No tengo ninguna queja, y espero sinceramente llevar esto a un aula. Quizás tenga la oportunidad en mis prácticas escolares.

En definitiva, estoy muy contenta y satisfecha con lo estudiado en la asignatura. Me llevo buenos recuerdos y la sensación no sólo de haber adquirido aprendizajes, sino también de haber crecido, aunque sea un poquito, como persona. Espero volver a pararme a escribir algún día otro tipo de experiencias. Seguro que tiempo después, cuando vuelva a revisar lo escrito en este blog, se me escapa alguna sonrisilla de recordar las experiencias plasmadas aquí.

Espero que a todos os hayan gustado mis entradas y que podáis sacar partido de ellas. Deseo que tengáis la misma posibilidad que yo (si no la habéis tenido ya) de hacer una puesta en práctica de una sesión. No os arrepentiréis.

Y como estamos en Navidad...

¡Que tengáis un feliz año nuevo!

 Y...

domingo, 20 de diciembre de 2015

Circuitos y ambientes de aprendizaje

¡Hola a todo el mundo!

Hoy vengo a hablaros de dos conceptos que se trabajan en Educación Física, además del cuento y el juego motor: el circuito y los ambientes de aprendizaje, entre otros. Centraré esta entrada en los dos últimos.

Un circuito es un recorrido analítico, en el que el alumno sabe en todo momento lo que va a pasar, porque le indicamos lo que debe hacer durante todo el circuito y él simplemente plasma lo que le hemos dicho que haga. He tenido la posibilidad de ver la puesta en práctica del circuito en clase, gracias a que unas compañeras se atrevieron a llevarlo a cabo. Hasta ahora sólo habíamos visto exposiciones de juego motor o cuento motor. Creo que presentaron muy bien el circuito y por eso merece la pena que os lo cuente.

Mis compañeras tenían como contenido la lateralidad, para la edad de 4 años, y como temática los hombres primitivos. Durante el periodo de asamblea nos preguntaron si sabíamos con qué cazaban, de qué se alimentaban, dónde vivían, qué pinturas hacían, etc




El desarrollo de las actividades fue más divertido de lo que yo esperaba. Si escuchaba circuito se me venía a la mente una actividad monótona y poco lúdica. Sin embargo, ellas supieron encajar la diversión en su sesión, algo que me pareció increíble. Asimismo, consiguieron que la hora se nos pasase volando.

Un aspecto muy importante de su sesión es que no contaminaron nuestra ejecución de las tareas. Así, si teníamos que coger una pelota para realizar cierta actividad, ellas no nos la daban en mano, sino que la dejaban en el suelo para que la cogiésemos. Con esto se evita condicionar la lateralidad del alumno.

Nos mostraron una tabla de evaluación que seguirían en caso de hacerlo en un aula, es decir, que sus actividades estaban destinadas a evaluar la dominancia de las extremidades izquierdas y derechas del alumno.

En general la sesión estuvo entretenida, aunque aún me cuesta ver la diferencia entre el juego motor y el circuito. De todas formas, mi idea de que los circuitos eran puro aburrimiento se desvaneció totalmente, así que felicito a mis compañeras, ¡porque creo que superaron mis expectativas y las de toda la clase!

Ahora hablaremos de ambientes de aprendizaje. En el pabellón, podemos crear zonas en las que los alumnos desarrollen unas actividades concretas. Es decir, nosotros preparamos las zonas, y ellos juegan donde quieran y como quieran. Estos ambientes pueden servirnos como evaluación inicial de ideas previas de los alumnos (esto es, que puede ser la primera sesión), o como evaluación final de los conocimientos trabajados (cuarta o última sesión). En mi caso, mi grupo y yo hemos decidido utilizarlos como evaluación final, aunque debo reconocer que nos ha costado mucho esfuerzo mental averiguar cómo unir la locomoción con los ambientes de aprendizaje.

No hemos podido ver ninguna puesta en práctica de ambientes de aprendizaje en clase. Aunque próximamente tendremos una exposición más, no creo que los veamos. De todas formas, nuestra profesora nos hizo una representación en clase, pero me gustaría haber visto más variedad en nuestras exposiciones. Pero exponer ambientes de aprendizaje no es muy divertido, ya que tendríamos que estar una hora jugando como queramos sin recibir instrucciones, con lo cual la profesora no puede evaluar las capacidades expositivas de mis compañeras.

Bueno, siento que esta entrada haya sido tan escueta. Próximamente os contaré qué tal ha ido la próxima sesión.

¡¡Nos vemos!!

domingo, 6 de diciembre de 2015

Nadaremos en el mar...

¡Hola a todo el mundo!

La exposición de esta semana se ha basado en un juego motor, cuya temática gira en torno al mar. El contenido principal era la manipulación, es decir, los lanzamientos y recepciones.

En esta sesión nos hicieron la rutina normal: nos enseñaron la canción propia del proyecto y la cantamos mientras nos vamos hacia la asamblea, no sin antes definir los tres grupos que conformaríamos durante toda la sesión: unos éramos el Océano Pacífico, otros el Atlántico, y otros el Índico. Una vez nos sentamos en nuestra asamblea, la profesora nos hizo una ronda de preguntas previas de contenidos relacionados con el mar. Por ejemplo:

"¿Qué hay en el mar?"
"¿Es bueno echar basura al mar?"

Ya comenzamos a deducir que el contenido de la sesión estaría relacionado con la contaminación marina. Tras la ronda de preguntas, cantamos una canción de puesta en marcha para despertarnos, y nos fuimos cantando nuestra canción hasta el primer juego.


Para la realización del juego nos dividieron en dos grupos. Por ejemplo, al principio mi equipo (Océano Pacífico) tenía que colocarse en el vertedero, y los otros dos equipos en el mar. El juego consistía en lanzar bolas de papel de aluminio a la zona del otro equipo, con el fin de que al finalizar, el otro equipo tuviese más bolas en su zona. La profesora lo explicó como que debíamos limpiar el mar de suciedad. Los equipos fueron rotando, así que todos pasaron por ambas zonas.


Al acabar, pasamos al siguiente juego. Unas esponjas de mar habían sido sacadas del mar. ¿Y qué sucede con esto? ¡¡Que pueden secarse y ponerse muy malitas!! Así que los tres equipos nos colocamos en tres filas distintas para ayudarlas. El primer miembro de la fila de cada equipo tenía que ir a por una esponja, dársela al compañero, y que éste la fuese pasando al de detrás, y así continuamente hasta llegar al último de la fila, que era el encargado de lanzarla hasta el mar. El último, entonces, se colocaría el primero y se repetiría el mismo proceso hasta que todos los componentes hubiesen lanzado una esponja al mar.


La siguiente actividad la realizamos en la playa. Nos encontramos unas sombrillas colocadas y unos envases de yogurt debajo de ellas. Dividieron este juego en tres partes. Primeramente, teníamos que construir nuestro propio "castillo de arena". Para ello, cada miembro del equipo tenía que ir y colocar un envase como él quisiera, pero sólo uno. Todos los miembros de cada equipo colocaron, al menos, un envase. La siguiente parte era más divertida: ahora que habíamos construido el castillo, había que derribarlo con una pelota pequeña que la profesora nos dio. Pero la tercera parte del juego era aún más graciosa: lanzar la pelota, pero poniéndonos de espaldas y abriendo las piernas para lanzarla entre ellas.


Ahora tocaba un juego distinto. Cada equipo tenía frente a él un dibujo del planeta Tierra, y unos globos que pesaban (tenían tierra dentro) y que tenían pegadas unas imágenes de animales tanto terrestres como marinos. El objetivo era conseguir que los globos de los animales terrestres aterrizasen en las zonas marrones (tierra), y en las azules (agua), los de los animales marinos, para devolverlos a sus correspondientes hábitats.

En la próxima actividad, nos dieron unas tarjetas con un dibujo de un animal concreto. Cuando la profesora diese la señal, teníamos que buscar a nuestra pareja, es decir, que habría otro compañero que tendría la misma imagen que nosotros. Cuando todos encontramos nuestra pareja, nos colocamos frente a ella. La profesora repartió a unos una bolsa que simulaba la boca de un tiburón, y a otros unas pelotas grandes. El objetivo era meter las pelotas en la bolsa para alimentar al tiburón, mientras el compañero la movía para hacerlo más difícil. Luego nos intercambiamos los roles. Al acabar el juego, nos repartieron unos vasitos con el dibujo de una piraña, y pelotas pequeñas. La finalidad era la misma que el anterior: canastar la pelota en el vaso del compañero, y luego cambiar los papeles.

Manteniendo la pareja de la actividad anterior, nos marchamos a la asamblea a realizar nuestra relajación. Por parejas, nos sentamos y uno de los dos tenía que hacerle un masaje al otro. La verdad es que es la mejor actividad de relajación que he visto hasta ahora. Me encantaría que pudiéseis escuchar el ritmo, pero sólo puedo dejaros la letra:

Se cae un castillo, se resbala
Suben los cangrejos, se resbalan
Suben los tiburones, se resbalan
Cae la noche, cae la noche
Llegan las medusas, te pican, te pican.
Un soplido y un escalofrío.

Esta sesión ha estado chulísima. Siempre digo que me gustan los cuentos motores, pero mis compañeros han sabido combinar muy bien el tema con los juegos para que en ningún momento resulte algo analítico y mandado. Me ha encantado la sesión. Sin duda la emplearía en un aula real, porque es muy dinámica, nunca te aburres y da muchas posibilidades de aprendizaje y concienciación sobre el mar y su contaminación.

Espero que os haya gustado esta entrada y, como siempre...

¡Nos vemos!


domingo, 29 de noviembre de 2015

La familia

¡Hola a todo el mundo!

En esta entrada me gustaría contaros la exposición que hicieron mis compañeras en clase, en la que trataton un tema tan importante en educación infantil como es la familia, que trabajaron mediante cuento motor. ¡Vamos a ello!

Primero hablaré de la exposición. Las compañeras tenían como tema de proyecto "La familia", como nivel educativo tres años, y como contenido a desarrollar, tenían esquema corporal. Nos hicieron la rutina propia de todos los cuentos motores: cantar una canción de camino a la asamblea. Allí, hicieron una ronda de preguntas sobre quiénes son los integrantes de la familia, si algunos tenemos abuelos, o alguien que sólo tenga un papá o una mamá, o dos papás/mamás... La profesora nos preguntó directamente a algunos de nosotros, y otros levantaron la mano para hablar. Luego, nos dieron una hoja a cada una, en la que aparecían tres dibujos de tres familias diferentes:


En el primer dibujo, aparecen dos padres con dos hijos; luego una madre con su hija; y por último, dos padres con tres hijos. Yo entendí la imagen como: familia estándar, familia monoparental, y familia numerosa. En todo caso, teníamos que rodear la que más se asemejase a nuestra familia propia. Yo rodeé la primera porque tengo a mis padres y un hermano.

Después comenzó el cuento. Básicamente trataba de un niño que va visitando a sus amigos en cada una de sus casas. La primera casa que visitamos fue la de Violeta:


Pero... para llegar a la casa de Violeta, había que cruzar unos charcos de agua. Nos pusimos nuestras botas de agua y pisamos los charcos (que eran aros). ¡Ya estábamos en casa de Violeta! Violeta era una niña que vivía con sus padres, y que dentro de poco iba a tener un hermanito. La profesora nos puso por parejas, ya que íbamos a hacer un juego. Mientras ella tocaba el tambor, debíamos ir moviéndonos por un espacio delimitado por unos pivotes. En función de la velocidad a la que tocaba el instrumento, nos movíamos más lento o más rápido. Al parar de tocar, teníamos que coger una pelota de gomaespuma y, junto a la pareja, tratar de sostenerla con la parte del cuerpo que ella nos dijese. Por ejemplo, nos tocó la cabeza o las manos.

Nos despedimos de Violeta y seguimos hasta la siguiente casa. Las compañeras pusieron unas cuerdas en el suelo que simulaban un autobús, así que nos montamos todas cogiendo la cuerda y nos marchamos.


¡Ya estamos en la siguiente casa! Los padres del siguiente niño estaban separados, y algunas veces se quedaba con el papá. Otras veces, se lo llevaba mamá. La actividad de esta zona consistía en que la profesora nos ponía música y teníamos que bailar al ritmo de ella. Cuando la música parase, si ella decía "cabeza" no podíamos juntar las cabezas con nuestra pareja. Es decir, la parte del cuerpo que la profesora decía era la parte que NO teníamos que juntar. La verdad es que me costó un poco entender la mecánica. sólo con la explicación. Menos mal que la profesora nos puso un ejemplo antes de comenzar.


Una vez terminada, la profesora nos guió hasta la siguiente casa, no sin antes tener que pasar por un puente en cuadrupedia (unos bancos). La siguiente casa pertenecía a un niño chino adoptado, que vivía en una bonita casa en la playa. Aquí, el objetivo era usar unos palillos chinos para traer unas bolitas de algodón de colorines que eran comida. Formamos dos equipos en lugar de hacerlo por parejas. Los que no supieran coger los palillos, podían usar ambas manos para simplemente enganchar el algodón y llevárselo a su plato. No me costó mucho esta actividad, ya que tengo bastante práctica en usarlos, y por eso no me resultó complicado coger el algodón.


Luego, para llegar a la última casa, tuvimos que pasar por una especie de cueva en cuadrupedia. El último niño vivía con sus padres y con sus cinco hermanos en una gran casa. El juego de esta parte radicaba en que hay unos aros repartidos por la zona, y la profesora dice una parte cualquiera del cuerpo. Nosotros tenemos entonces, que meter esa parte del cuerpo en uno de los aros. Por ejemplo, si dice "codo", todos vamos a meter el codo en un aro. También hemos podido participar nosotras, diciendo la parte del cuerpo que quisiéramos.


Para finalizar con el cuento, nos fuimos a la asamblea a relajarnos. Hicimos el movimiento de los árboles al viento, lentamente como si fuésemos sus ramas. Esta parte me pareció muy chula, porque realmente relajaba.

La actividad de los palillos nos pareció obviamente difícil para tres años, pero ya ellas aclararon que simplemente la habían adaptado a nosotras, y que lógicamente no se desarrollaría en un aula de infantil. Por los demás, creo que la sesión estuvo bastante entretenida. Todas las sesiones que versan sobre cuentos motores son entretenidas, para qué negarlo. El tema de la familia me parece extremadamente relevante para expresar a los niños que existen varias familias, que pueden perfectamente ser diferentes y que todas y cada una de ellas deben ser respetadas.

Espero traeros otra aventura distinta la semana que viene.

¡¡Nos vemos!!

domingo, 22 de noviembre de 2015

Restauramos el invernadero

¡Hola a todo el mundo!

Siento no haber escrito ayer sábado, como hago regularmente. Hoy os voy a contar mi exposición en clase de lo que fue nuestro cuento motor. ¡La verdad es que salió mejor de lo que esperaba! 

Antes de que llegasen las compañeras, preparamos todos los materiales en el pabellón. Nuestro tema a desarrollar era "Las plantas" y como contenido, teníamos locomoción. Todo esto centrado en el nivel de 4 años de infantil. Básicamente, teníamos desplazamientos, saltos y giros como contenido principal del proyecto.

En mi grupo somos tres. Yo comencé con el rol de profesora, así que introduje a mis compañeros el tema que íbamos a tratar. Les canté la canción de entrada para que la fuesen aprendiendo a lo largo de la sesión (se supone que los alumnos reales la tendrían aprendida ya de clase), y nos sentamos en la asamblea. La canción la tenéis aquí mismo (inventada por nosotras, se nota):

Planté una semilla en la tierra
(gesto de coger la semilla, meterla en la tierra y enterrarla)
Esperé unos días a que creciera
(gesto de manos juntas hacia arriba)
Una bella planta salió de ella
(manos hacia los lados)
Con sol y agua creció muy sana
(círculo con las manos y sacudirlas)
De lo feliz que estaba saltó con ganas
(gesto de sonrisa, movimiento de balanceo de los brazos y saltamos)

Allí, les hice varias preguntas para comprobar lo que sabían sobre los jardineros, las plantas y los invernaderos. Les mostré algunos materiales propios de los invernaderos y que usan los jardineros, como una pala, una maceta y una regadera. También les enseñé la foto de un invernadero, a falta de tener uno de verdad (una excursión para visitarlo estaría guay). 

Después de ver todos los materiales y hablar un ratito en la asamblea, hicimos una canción de calentamiento que hablaba de las partes del cuerpo. 
¿Cómo planta usted las flores?
A la moda, a la moda.
¿Cómo planta usted las flores?
A la moda de infantil.
(andamos en círculo)
Yo la planto con la cabeza
(movemos la cabeza)
Con la cabeza, con la cabeza
(movemos la cabeza)
Yo la planto con la cabeza
(movemos la cabeza)
A la moda de infantil.

Como supondréis, sólo hay que repetirla varias veces cambiando "cabeza" por cualquier otra parte del cuerpo. En nuestro caso, usamos manos, piernas y pies.

Cuando ya habíamos calentado y estábamos preparados, comencé a contarles un cuento, que hablaba de un jardinero que visitó a una maestra de infantil y a sus alumnos, para pedirles ayuda porque su invernadero fue atacado por unos escarabajos y unas hormigas, que lo habían desordenado todo. El jardinero dijo que sólo los jardineros podían entrar en su invernadero, y que existía un conjuro para transformar a los niños en jardineros de verdad.
Si las plantas te gusta cuidar
(nos movemos hacia delante) 
Con la regadera regarás 
(nos movemos hacia detrás) 
Con tus manos plantarás 
(soltamos las manos y hacemos gesto de enterrar) 
Y en jardinero te convertirás 
(hacemos un giro sobre nosotros mismos)


Una vez que recitaron el conjuro, como ya éramos jardineros, nos fuimos al invernadero (esta es de las partes que más chulas me parecen de nuestro cuento).



Posteriormente, yo me encargué de una actividad que se trataba de recuperar las piezas de las llaves del invernadero porque los insectos habían cerrado la puerta. Dividí a mis compañeras en tres grupos: rojo, amarillo y azul. El juego consistía  en que debían llegar hasta las piezas saltando, y volver con ellas de espaldas. Una vez que todos tuviesen sus piezas, tenían que pegarlas en las siluetas de las llaves, pero llegaban hasta ellas rodando, girando o "haciendo la croqueta". Nos reímos bastante haciéndolo. Fue un juego divertido.



El rol de profesora pasó entonces a mi compañera. El cuento continuaba: ahora debían reconstruir las plantas. Cada equipo tenía su maceta y tenía que traer las cinco partes de la planta: tierra, raíz, tallo, hojas y flor. Yo me encargaba del material en ese momento. Es un poco estresante, pero al final todo pareció salir bien. En este juego, mis compañeras tenían que desplazarse según la profesora les dijese y llegar hasta la parte de la planta que les indicase.



El siguiente juego se basaba en que las plantas estaban secas, y había que regarlas. También fue bastante divertido. Un integrante de cada grupo debía llevar su gotita de agua en la mano hasta la maceta, y sus compañeras le soplaban para intentar que se le cayese.




Por último, mi otra compañera hizo de profesora, y yo fui la evaluadora. Proyectaba bastante bien la voz (mejor que yo), algo que aún tengo que perfeccionar bastante. Queda trabajo por hacer.

Bueno, pues mi compañera se encargó de los dos últimos juegos: en uno, tenían que pillarse entre ellos para transformarse en rayos de sol (y así dárselos a sus macetas), y en el otro, ya tenían que salir del invernadero, pero los insectos se lo querían impedir. Hicimos algo parecido al clásico "palito inglés", pero algo modificado. Unos eran insectos, y otros jardineros. Simplemente, éstos tenían que decir "Un, dos, tres, cuando te giras, insectos ya no ves" y los otros se quedaban estáticos.



Finalmente, hizo la relajación con globos y la reflexión final. Y luego llegó nuestra reflexión final con las compañeras y con nuestra profesora.

Todas destacaron aspectos muy positivos: buena organización, distinción clara entre cuento y actividad, relación de los juegos con la temática... En general, les gustó bastante. Por supuesto, tuvimos varios fallos. Yo olvidé ciertos detalles en la asamblea inicial, cometí el fallo de sentar a las compañeras cuando hice la canción de calentamiento (deberían haberse quedado ya de pie), y no se me escuchaba del todo bien.

¡¡Pero la verdad es que estoy muy contenta!! Teníamos nervios y miedo de que todo fuese catastrófico, pero parece que a nuestras compañeras les encantó nuestro cuento. Sinceramente, tanto la profesora como mis compañeras nos apoyaron bastante. La profesora nos resolvió muchas dudas en sus tutorías y nos prestó su ayuda, y mis compañeras de clase nos dieron ánimos antes de comenzar la sesión. Y por eso...



¡A todas!
Y bueno, ya sólo nos falta retocar aquello que la profesora nos remarcó. Espero que os haya gustado mi experiencia. Estoy muy contenta con ella. 

¡¡Nos vemos!!       




Fuentes de las imágenes:

http://www.buildeazy.com/greenhouse-1.php

http://www.123rf.com/photo_7054117_caucasian-farmer-boy-holding-a-rake-and-waving.html

http://mentamaschocolate.blogspot.com.es/2014/04/las-partes-de-las-plantas.html

http://galeria.dibujos.net/naturaleza/estaciones-del-ano/sol-sonriendo-pintado-por-stefania23-9796662.html

http://www.123rf.com/photo_19845071_cartoon-cute-girl-saying-bye-vector-illustration.html

sábado, 14 de noviembre de 2015

Cuentos motores para 5 años

¡Hola a todo el mundo!

Me gustaría mostraros algunos cuentos motores para 5 años. Espero que os sirvan para vuestras clases.

Este que os voy a enseñar primero parece estar ambientado en los cavernícolas, por la decoración que presenta. El sonido es de baja calidad, pero visualizarlo es suficiente. Parece ser divertido, aunque el espacio es un poco reducido. Eso no quita que el cuento esté bien montado, ya que ir continuando por unos pasillos le da más misterio y emoción al cuento.



Aquí tenéis otro sobre un reloj dormilón. Las acciones que realizarían los alumnos están remarcadas en naranja.
https://navasgar.wordpress.com/cuentos-motores/el-reloj-dormilon/?preview=true&preview_id=24&preview_nonce=788e5625e1
En la misma página tenéis una sección que recoge otros cuentos motores, por si queréis echarles un vistazo.

Mirad qué cuento más chulo acabo de encontrar. Trata sobre los piratas. Este personalmente, me lo guardo. ¿A quién no le gustan los piratas? ¡¡Son una pasada!! Además, es bastante completo. Incluye objetivos, contenidos, evaluación y momento de relajación.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~21003104/educared/cuentos2.0/cuentos/isla_piratas_motor.pdf


Ahora os dejo el cuento motor que hice en la asignatura de Educación Física del año pasado. Trata sobre un extraterrestre que quiere volver a casa tras llegar a la Tierra. No porque sea mi cuento, pero lo encuentro bastante gracioso.
Vivimos una aventura
Organización: Grupal
Materiales: aros azules, cuerdas y banco
Desarrollo: Somos extraterrestres y buscamos el camino a casa porque nos hemos estrellado en el desierto. Hay arenas movedizas (colocaremos cuerdas e intentamos andar entre ellas pero nos hundimos) y tenemos calor (nos abanicamos) y sed (sacamos la lengua). Caminamos hasta encontrar un oasis (colocaremos aros azules), en el que bebemos agua (nos ponemos de rodillas y bebemos). Entonces, nos lavamos y nos metemos en el agua (dentro del aro, y nadamos). Salimos del mar y nos ponemos a pescar porque tenemos hambre (nos sentamos y usamos una caña de pescar y pescamos en los aros). Una vez que hemos comido (comemos), nos adentramos en la selva y exploramos. Apartamos los matorrales (movemos los brazos), saltamos las lianas del suelo, y miramos por los prismáticos (ponemos las manos en los ojos). Nos subimos a un árbol (escalamos) porque no vemos bien con los prismáticos (nos subimos a un banco), y miramos alrededor. Bajamos del árbol de un salto. Un animal se acerca, por lo que nos tiramos al suelo y nos quedamos quietos para que no nos vea (nos tumbamos en el suelo). Nos levantamos cuando se haya ido, y entonces caminamos hasta la montaña, que escalamos. ¡Pero en la montaña hace viento! Así que nos cuesta llegar (nos tapamos la cara y nos cuesta movernos). Conseguimos llegar a la cima y hay un cohete, en el que nos subimos (nos "sentamos" y tocamos los botones del cohete y el cohete empieza a inclinarse hasta que despega). Llegamos entonces a la luna, donde no hay gravedad y nos movemos muy lentos (movimientos lentos), y además no podemos hablar. ¡Ya hemos llegado a casa!



Como no tiene obstáculos complejos, creo que puede servir para alumnos de 3, 4 y 5 años.

Bueno, espero que os sirvan estos ejemplos de cuentos. La entrada ha sido quizás un poco escueta, pero me siento un poco bloqueada estos días. Estoy algo nerviosa, porque el lunes tendré que presentar mi nueva sesión de cuento motor en clase. En la próxima entrada os contaré cómo ha ido y mis reflexiones acerca de lo que hemos hecho. Espero escribir más cosas positivas que negativas...

Que paséis un buen fin de semana.

¡¡Nos vemos!!